Las abundantes precipitaciones de finales de 2009, han reportado agua suficiente como para tener que aliviar parte del pantano de Beninar (aguas arriba de las Fuentes de Marbella). Aunque dicho pantano se encuentra al 30 % de su capaciadad, se ha adoptado esta medida para evitar la colmatación de su lecho con los arrastres de las lluvias. Esto ha ocasionado la crecida del río Grande, que ha llegado a ocupar toda la base (de margen a margen) pero sin llegar a desbordarse ni ocasionar graves problemas.
Aunque el río nunca a dejado de llevar agua, en los últimos años había experimentado una considerable bajada de su nivel, llegando a preocupar a los vecinos de la zona. No en vano, son numerosos los que siguen utilizando sus aguas tanto para uso agrícola y ganadero como para uso doméstico.
Esta cantidad de lluvia, más que nunca ha venido como caida del cielo
